Trabajar desde casa, o hacer home office, presenta varios desafíos, siendo la eficiencia uno de los más importantes. Esto es especialmente cierto para quienes son nuevos en esta modalidad. Incluso si ya tienes experiencia, siempre es útil recordar y aplicar algunas estrategias clave. Veamos algunas prácticas que puedes implementar para mejorar tu productividad diaria y ser más eficiente trabajando desde casa.
Comprende los objetivos
Si eres nuevo en el trabajo remoto, asegúrate de tener una idea clara de lo que tu empleador espera de ti. Estudia su sistema de trabajo, los objetivos y los métodos de comunicación oficiales entre colegas. Averigua si existe un horario fijo que debes cumplir o si hay flexibilidad para establecer tus propios tiempos.
En ese caso, determina si tu horario se alinea al de tus compañeros de trabajo y si las reuniones se podrán llevar a cabo a pesar de estar en zonas horarias distintas.
Establece una rutina
Para maximizar tu productividad, establece una rutina diaria. Dedica los primeros 30 minutos a leer y responder correos. Luego, enfócate en las tareas de mayor prioridad y complejidad. Programa descansos a lo largo del día. Por la tarde, realiza tareas más sencillas, simples o repetitivas. Este enfoque te ayudará a aprovechar al máximo tu tiempo.
Prepara un espacio de trabajo confortable
Para ser productivo, necesitas un espacio de trabajo cómodo y ordenado. Un entorno limpio y organizado facilita el pensamiento claro y reduce las distracciones. Si tu espacio está desordenado, dedica tiempo a limpiarlo y organizarlo. Un espacio de trabajo confortable aumenta tu eficiencia y concentración.
Planifica cada día
Planificar tu día con anticipación es esencial. La noche anterior, decide cuáles serán tus primeras tareas al comenzar tu jornada. Tener un plan te permite comenzar de inmediato, sin perder tiempo pensando en qué hacer primero. La planificación anticipada mantiene tu mente despejada y te ayuda a realizar tus actividades de manera más óptima.
Trabaja en bloques de tiempo con descansos entre ellos
En el home office, puede ser difícil recordar tomar descansos, ya que estás en tu espacio seguro y puedes sentir que debes ser constantemente productivo. Sin embargo, los descansos son esenciales. Usa métodos como el Pomodoro, que divide el tiempo en bloques de trabajo con descansos regulares. Este método es muy efectivo para mantener la eficiencia y dar a tu mente el descanso necesario.
Finaliza tu día laboral
Al estar en casa, puedes terminar extendiendo tus horas de trabajo, resolviendo pequeños problemas o respondiendo correos electrónicos simplemente porque ya tienes la computadora abierta. Cuando las personas sienten que están siendo productivas, tienden a alargar su jornada laboral, ya que la sensación de eficiencia es gratificante. Sin embargo, siempre habrá demanda, pero eso no significa que debas resolver todo inmediatamente. Es importante separar lo urgente de lo que no lo es y aprender a desconectarte. Así como es necesario tener disciplina para empezar el día de trabajo, también lo es tener disciplina para terminarlo. De lo contrario, podrías terminar trabajando 24 horas sin darte cuenta.
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